EL pasado 21 de enero se publicó en El País, un artículo en favor de la defensa del sistema de reparto de la Seguridad Social, para lo cual se ahondó en una serie de hipótesis y cálculos que ponían de manifiesto, que las pensiones recibidas hoy en día por una persona que hubiera cotizado 35 años, cogiendo las bases máximas de cada momento, serían mayores que las derivadas de un sistema de capitalización.
Sin entrar a poner en duda los cálculos efectuados por al autor del artículo, y con el humilde animo de provocar reflexión, recuerdo por allá cuando era joven y estudiaba en la universidad, tanto en Ciencias Empresariales como Actuariales, que la principal virtud de los sistemas de capitalización iba encaminada a establecer un sistema de equidad, por el cual cada trabajador recibiese una pensión proporcional a sus esfuerzos contributivos en su etapa laboral, sin perjuicio, de los mecanismos que pudieran establecerse para ayudar a aquellos que no llegaran por las características de su carrera laboral a unos mínimos, mecanismos que ni por asomo conllevarían el gasto público que tiene que soportar el gobierno con el actual sistema de reparto.
Qué casualidad, que lo anterior, podrían incluso parecerse salvando las distancias, al sistema Sueco, sí, ese sistema sobre el que ahora recaen tanto las miradas. Pero la conclusión más importante de todo esto, es que ahora no nos encontraríamos en la encrucijada en la que nos vemos, con la sociedad revuelta por que quieren retrasar la edad de jubilación, aumentar el cómputo de años a cotizar etc., medidas que según los estudios sobre el tema, supondrán una merma de las pensiones de entre un 10% y un 20% de media, y eso si no hay que volver a revisar la situación dentro de 15 años, porque todo esto se sabe, se sabía desde los años 80, pero claro, poner el dedo en la llaga 30 años antes de que estemos con el agua al cuello (modalidad olímpica preferida de los españoles), políticamente sería muy delicado.
En cualquier caso no voy apelar a la responsabilidad política, está claro que establecer un sistema de capitalización como modelo para garantizar el sistema de pensiones públicas es algo que debe estar muy bien estudiado y consensuado entre los distintos agentes sociales, y que hubiera requerido grandes esfuerzos técnicos y de negociación en todos los niveles, pero quizá tampoco se ha tenido en cuenta, que de haberse puesto en práctica, sólo podría haber pasado por criterios financieros y actuariales en condiciones factibles y suficientes, con una legislación y medidas de inversión muy específicas, que no tienen por qué coincidir con las hipótesis empleadas por el autor del artículo, y que merecerían una discusión y estudio profundo digno de tratarse aparte.
En fin, es posible que la virtud esté en el equilibrio de las cosas, en el término medio, y en esto los suecos quizá tengan que enseñarnos algo…
