Claro que yo me dedico a esto y no hablaré de forma objetiva sobre el asunto, pero cada vez que me llama un cliente y me solicita un seguro de responsabilidad civil porque, a su vez, un cliente suyo se lo exige, es que se me ponen los pelos de punta.
Empiezo a preguntarle qué tipo de actividad quiere cubrir, si tiene empleados, facturación.., en fin, ya sabéis, ese tipo de preguntas para lograr desmenuzar todos los datos que necesitamos para la realización de un presupuesto de forma coherente.
«¡¡Dame lo mas barato que encuentres!!».
Esa frase me mata. No lo entiendo. Porque, además, si ocurre algo me echarán las culpas a mi.
«¡Tu me dijiste que contratara ese seguro, con esa compañía!»
Qué rápido se olvida la gente de que nos pidieron algo barato y, a veces, lo barato está reñido con la calidad.
Es España no existe cultura del seguro. Tenemos seguro del coche por si acaso nos lo solicita la policia, tenemos seguro de la casa porque nos lo exige el banco.., el caso es que no tenemos seguros por «sentirnos seguros» y anticiparnos al siniestro y a las responsabilidades exigibles. Tenemos seguros porque un tercero nos lo exige y eso, tarde o temprano, lo pagamos caro.
Yo, por mi parte, seguiré intentando realizar mi trabajo de forma objetiva.